Pues… hoy hice Yoga en Pijama

Hoy me desperté, es domingo y hace frío en Barcelona. No es un frío del polo norte, pero es lo suficiente como para que una cubana, acostumbrada a 30ºC; no pueda levantarse de la cama sin tener una manta arriba.

La verdad me daba un poco de pereza, y el frío no ayudaba, así que me dije: Pon la Esterilla, te pones encima con Pijama y todo, total no es que seas la persona más fashion del planeta.

Así que ahí estaba yo, en pijama haciendo yoga. De las cosas maravillosas de hacer el saludo al sol es que sientes como empiezas a entrar en calor, como la energía sube, como la sangre empieza a fluir y bombearse por todo el cuerpo.

Seguí escuchando mi cuerpo, que debo decir que cada día está más malcriado; y empecé a FLUIR. Hice mi práctica yoga sin mucha estructura, sin pensar voy hacer esto o esto otro. Me dispuse a transitar por mi rutina como si estuviera caminando por un camino que no conozco; parando y admirando el paisaje a cada momento; llegando a las bifurcaciones sin tomar decisiones premeditadas, solo fluyendo; escuchando y mirando.

La verdad es que fue genial. Hice 45min de yoga sin planificar nada, sin luchar contra mi cuerpo, sin frustrarme, sin comparar. Podía haber estado más tiempo en mis posturas divagando, pero la realidad me llamaba.

Hoy hice Yoga en Pijama y fue genial, nada admirable, nada super elaborado, ni exuberante….Simplemente genial.